miércoles, 3 de febrero de 2010

Viveza criolla, "hasta en las mejores familias"


Cuando fui a sacar fotocopias del título universitario (cof cof, pude sacarlo porque soy alguien documentada, después de cinco años), me encontré con este cartel en la fotocopiadora de la facultad y no pude evitar sentirme bien. Es cierto, yo elegí estudiar ahí. Yo decidí que me robaran. Yo me metí de cabeza en esos cuatro años de deformación humanística que no sé cuánto tendrán que ver con Santo Tomás.
De todas formas, y al margen de mis desiciones, no pude evitar sentir una especie de gozo oculto cuando vi que tuvieron que pegar ese cartel porque algún vivo decidió auto gestionarse una reducción arancelaria..."El rectorado paga, mister".