miércoles, 29 de octubre de 2008

No voy en tren...(¿todavía?)

“Los trenes volverán, como vuelven los días, los meses, las estaciones… Los trenes volverán, para seguir uniendo pueblos, regiones y ciudades… Los trenes volverán, como van y vuelven, los pasajeros, las cargas y mensajes…Los trenes volverán, simplemente, por el placer de viajar:como el agua, la luz o el amor, no es posible vivir sin ellos”.Fernando Pino Solanas

Martes 28 de octubre. Día soleado. Pesado, como baño lleno de vapor. Tafí Viejo con sus galpones y una chimenea de 1907, centinela de los Talleres. Vías. Paredón ¿y después? Después la villa Obrera. La política interrumpe el ritual de la siesta de pueblo y la tecnología juega de 10 para el Frente Para la Victoria. La presidenta aparece como un fantasma de Kurosawa, entre tantos otros que andan por ahí, metida en los Talleres Ferroviarios, otrora los más grandes de América Latina. La promesa electoral se repite: “los trenes volverán”… ¿Volverán?
La Nave de los Vagones espera la inauguración políticamente correcta, siempre correspondiente a cada nuevo ladrillo que se suma en las gestiones de gobierno. La tecnología mete a la Presidenta dentro en una pantalla, dentro de los Talleres Ferroviarios. Da su discurso, conversa con el gobernador Alperovich. “Gracias presi”, le dice él. “Gracias José”, se escucha desde Olivos. Flores van, flores vienen.
Los operarios con sus cascos azules y sus trajes de fajina ven el acto y aplauden. Los ex ferroviarios que fueron, ven el acto y aplauden. Los alumnos en sus delantales, blanqueados para la ocasión, ven y aplauden. Banderitas electorales que flamean.
Desde el corralito que montaron para los periodistas escucho bombos. Escucho a un animador que no sabe lo que lee. Escucho aplausos. Escucho que hay esperanza en la gente, que a pesar de que no cree del todo, espera los anuncios de esa siesta interrumpida por la política. Y escucho una promesa que ya escuché antes, en otras bocas. “Los Talleres se van a reabrir y van a volver a ser grandiosos. Tafí volverá a brillar como en los años en los que era el más grande pueblo ferroviario y el limón se transportará en vagones (¡carajo!)”, dicen y repiten, más o menos así, siempre.
Me invaden recuerdos propios y heredados de ese lugar, parte de mi historia. Mi bisabuelo paterno y mis dos abuelos trabajaron ahí. Uno de ellos se mató en esas vías. Yo no sabía eso en esos momentos, pero mi viejo, cuando se escuchaba que el tren iba llegando me llevaba en moto hasta la pasarela para que lo viera pasar, o para sentirlo cerca a su viejo, qué sé yo. Recuerdo la melancolía de mis tías cuando hablaban de la sirena de los Talleres. Y sé de la ansiedad que les daba porque sabían que ese sonido avisaba que su padre estaba en camino de regreso a la casa. Veo muchas caras que conozco de mi infancia -ahí está, se dibuja la cara de mi señorita de quinto grado; despues, el chico de anteojos de sol, ése era de la barrita de mi barrio- y me pregunto qué historias personales habrán llevado a todos esos que fueron ahí sin estar rentados, porque hubo otros arreados por dirigentes, de más está decir. Recuerdo que desde hace mucho el eslogan de los políticos para ganar votos en Tafí Viejo es: "vamos a reabrir estos talleres". Y recuerdo de los olvidos posteriores de los políticos. Recuerdos auditivos, visuales, de olores a veranos en biciletas entre esos galpones abandonados -más grandes aun desde mi perspectiva de niña-. Recuerdos formados por el olvido de otros.
Ahora dicen que habrá un tren entre Tafí y la Ciudad (los que viven en las vías ¿al Lomas de Tafí o una vía aérea?). Antes de fin de año, juran y rejuran: "Tafí Viejo-San Miguel". La gente va a esperar. Y los políticos ¿van a recordar?

4 comentarios:

Planeta Lilliput dijo...

Sin palabras. Me encantó leerte. ¡Cuando sea grande, quiero escribir como vos! :D

P. D.: y que se atreva ahora a decir que no sos periodista. Chupate esa mandarina.

Planeta Lilliput dijo...

Você tem que actualizar o seu blog mais seguido.

No sé por qué estoy portuñoleando de nuevo. Simplemente, me agarraron las ganas. Vos concentrate en el mensaje.

Mente Ridícula dijo...

"Las musas han pasado de mi...andarán de vacaciones". Ya voy a actualizar, tía, cuando tenga qué escribir.

Carlos Abrego dijo...

Me ha gustado un kilo tu relato. Muy sentido, muy íntimo y al mismo tiempo con que emoción se siente la vida de los demás, de los que trabajaron en los talleres y lo que en sus vidas significó.

Este tipo de memorias no es muy corriente, casi nunca se habla de este patrimonio.

Felicitaciones y muchas gracias.